Poder de la Palabra
Arcángel Rafael
En un momento y lugar muy especial, lleno de tanta energía sanadora, A.T. decide iniciar la meditación. Pide al Ser Supremo la asistencia de Rafael, el Médico del Cielo, su inspiración y su fuerza. Porque ellos están allí para ayudarnos, sólo esperan en silencio que en el nombre del Padre invoquemos su ayuda. Cuando A.T. medita para conectarse con el Arcángel Rafael, le llegan imágenes de gemas preciosas de todo tipo, sobre todo muchas esmeraldas.
Al tener bien clara esta visión, sabe que se ha logrado ese contacto angelical. Y finalmente, entre espirales de radiante fuego verde de sanación y verdad suprema, se manifiesta la esencia misma del Arcángel. Pensamientos y emociones se unen para dar lugar a este mensaje (o más bien reflexión) tan especial.
Rafael Soy, ¡Alabado sea el Padre!
Qué grande pero ambiguo es el poder de la Palabra. Una frase salida de la boca del hombre es capaz de cambiar su suerte. Avivar o matar, construir o destruir, levantar o dejar caer. Esta facultad es propia de todos los seres dotados de la comunicación. Aquellos que son capaces de ver entre los mundos, son capaces de percibir las palabras como haces de luz o de oscuridad.
El poder de la Palabra moldea el destino antes de que éste sea alcanzado; quienes tienen convicción de esta capacidad y hacen directo uso de ella, tienen el mundo en sus manos. No, no se trata de una exaltación de su ego lo que quiero lograr con esta afirmación. Es que alcanzan el poder más fácilmente que sus hermanos, y el sinfín de decisiones a tomar viene después.
Es una gran responsabilidad la que implica tener esta tarea de mover la tela del destino de muchos a través de la palabra. Porque esta puede llevar a todos los seres que caminan sobre la tierra, a la unión, a sanar su hogar. Pero también son capaces de llevarla al destino que el Padre no desea para ustedes.
Tú, que caminas sobre la Tierra, ¿puedes oír palabras de odio sin que invadan tu esencia? Por otra parte, ¿Puedes dejarte llenar por palabras de amor?
¿Sabias que tú también tienes ese Poder de la Palabra, capaz de sanar tu Mundo y abrir tus puertas al Destino que deseas? Despiértalo, aprovéchalo con el mejor deseo de llenar de amor y felicidad ese hogar tan grande en el que vives y, claro que sí, ¡disfruta tu estancia en él!
Si tu palabra ha sido dañina hasta ahora, te invito hermano o hermana, a cambiar para bien tu destino y el de los demás enviando bendiciones a la Tierra.
Acepta la realidad de tu mundo y, esta vez sin lamentar ni maldecir, aporta palabras de amor y de sanación. No es tarea de un solo día, sé perseverante y verás el cambio. Tu vida será próspera y feliz de manera perfecta y armónica.
Mi reflexión, para ustedes. Bendiciones.
Mensaje recibido el día Miércoles 04 de Febrero de 2009, a las 10:10 p.m.
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