9 jun 2009

A.T.: Ante lo Desconocido

Ante lo Desconocido
A.T.



Qué difícil es encontrar un momento para reflexionar en silencio, con todo el ruido del día a día. Pero es necesario a veces detenerse, como lo estoy haciendo en este momento, a mitad de camino y decir: "¿Por qué vivimos así?"

Tan poca importancia le damos a nuestro Ser, para que aflore su sabiduría e iluminación y nos diga: "más fáciles hay otros caminos".

He hecho un paréntesis, porque como todo ser humano necesito dar orden a mis ideas antes de tomar caminos importantes. Entonces, cojo papel y lápiz, y sin importarme el ruído cotidiano, comienzo a escribir esto, que nace desde mi Yo Interno. No, amigos, hoy no es un Maestro, soy yo, mostrando una parte de mi humanidad, diciendo: "Debo comenzar a estudiar mi entorno y ver qué puedo aprovechar de él".

Hace pocos días, un Oráculo me dice: "Te encuentras en un punto en el que todo está por hacer y sin embargo, todo está hecho". Esto me deja pensando mucho... como ser humano que soy, tengo aspiraciones y metas por cumplir. Y precisamente esa humanidad me indica que debo seguir trabajando árduamente por el cumplimiento de estos sueños. En este punto, entiendo que detenerse no vale de nada. ¿Cómo predigo el efecto de algo a lo que no le he dado causa?

Muchas veces nos hacemos un futuro impensable; otras trabajamos árduamente por el futuro de otro; y otras el presente lleno de situaciones inesperadas y no siempre agradables, nos hace un stop y lamentablemente olvidamos lo más importante: Vivir nuestro presente de la mejor manera. Hablo, de sembrar mi árbol personal, que quizá dure mucho tiempo en dar fruto, pero al final, ¡qué frutos más dulces! Eso es lo que queremos todos los seres humanos: hombres y mujeres.

Debemos soñar, sí, pero siendo realistas, claro, sin subestimarnos. Tenemos derecho a ser soñadores, a imaginar nuestro futuro; pero no haciendo nada, cada día lo veremos más lejos. Sólo puedo darle forma a mis sueños en este momento, esta hora.

Todo nuevo comienzo implica desconciertos. Pero el tesón, la perseverancia, la determinación y, sobre todo, la fe, permitirán superar nuestras dificultades, que más adelante redundarán en nuestro beneficio. Soñemos lo mejor para nosotros, respetando también la individualidad de las otras personas. Mucho más importante, pactar con nosotros mismos: superaremos los obstáculos y cuando llegue el éxito, finalmente lo celebraremos.

Vivamos siempre forjando el presente desde el punto cero, el punto en que nos hallamos ante lo desconocido. Primero hay que hacer causa, tomando conciencia del efecto que esta conlleva, PERO sin olvidar lo que dejamos atrás, nuestras raíces, por lo cual nos hallamos en este punto. Progresamos, cierto, pero sólo podemos medir el avance cuando se ha recorrido camino.

Esta es mi reflexión, en este punto cero, ante lo desconocido. Por cierto, sigo llenando aquella habitación con los granos de arena, con las ventanas selladas para que no se escape ni un solo grano. Ustedes me entienden, ¿verdad?

Que Dios les bendiga.

A.T.

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