Ariel Desasimiente
Yo Soy el Cambio.
Todo tipo de memorias recorren la mente del Ser a diario. Tu humanidad, siempre dual, te pone duras pruebas en la forma de recuerdos de un pasado menos grato que el presente. Cuando se presenta este momento, ¿eres capaz de superar la prueba autoimpuesta? ¿Qué sentimientos te llenan entonces?
Recordar el pasado no tiene que ser malo, es sentirse perturbado por él lo que envenena tu corazón. Por tus memorias menos agradables, ¿serías capaz de retaliar contra quien las haya causado? ¿Es el placer de la venganza el alimento que estás dándole al alma? El dolor que causes es la llave del enemigo a tu vida. Invade tu espacio, ocupa tus sentidos y lo peor: te lleva a dañar. Y ese daño produce heridas aun mayores no sólo en tu Ser, sino en las personas que más quieres, aleja de tí a quienes te aman... Por tus memorias menos agradables, y el mal que hagas a causa de ellas, nadie estará a tu lado. Serías un alma perdida en su propio cuerpo.
Cuando se trata de malas memorias, siempre hay una solución. No es borrarlas... es coexistir con ellas sin perder tu integridad. Es entender que tu pasado no tiene por qué afectar a tu ahora si no se lo permites. Vive siempre con la misma intensidad que tuviste al momento de llegar a ésta Tierra, ya no existe el antes, sólo el ya mismo.
Encuentra nuevamente lo que le da alegría a tu existencia, reorienta tus ganas de hacer el bien en verdaderas acciones que te lleven a lograr un bello presente y al partir de regreso con el Padre, una vida pasada llena de felicidad; no porque hayas negado los sinsabores que experimentaste, sino porque siempre tuviste la voluntad de aceptarlas con humildad y así lograr un placer sin igual en tus mejores momentos. No dejes de ser esa alma llena de luz que vino a caminar sobre la Tierra al comienzo, sólo porque no fuiste capaz de desprenderte de los tormentos del pasado.
La felicidad plena, sin rencor ni remordimiento, es el mejor alimento que puedes dar a tu Ser interior y el camino más rápido hacia la iluminación: al final, esos malos recuerdos a los cielos no te llevarás. Mientras más rápido desasientas de ellos, más corto se mostrará el camino de regreso, llegado el momento.
Por tus mejores recuerdos, haz el bien.
Recuerda, Yo Soy el Cambio. Los amo a todos.
La lección de desasimiento de Ariel fue aprendida el Lunes 17/05/2010 a las 07:30 p.m.
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