Tú Eres esa Luz
Arcángel Gabriel
Arcángel Gabriel
A.T. busca un rincón de paz dentro de su hogar. Su compromiso del día: continuar el Recorrido. Se apodera de un lugar silencioso por unos instantes, para poder tener ese encuentro consigo mismo que desde hace días espera. Lo externo comienza a bajar de tono, poco a poco. A.T. se halla viajando hacia su ser más interno. Da espacio a lo intangible, todo se cubre del blanco más puro, y muchos seres de luz comienzan a hacer compañía. La visión más antigua del Mundo viene a su mente, y se hace uno con ella. Entonces se ve acompañado por la luz del amado Gabriel, el Mensajero Ejemplar.
Bienvenido, A.T. Este momento de reflexión te lo obsequio.
Contempla la Antigua Visión del mundo, donde no había decisión que tomar desde el Hombre. Todo era Luz, una alegría sempiterna. No existió el dolor aquí, no había ira. No había guerra, ni hambre, ni sed. Esto fue lo que ustedes, hermanos, recibieron.
¿Nostalgia? Tu ser más interno, el que existe desde los tiempos más antiguos, recuerda esta tierra. La disfrutó, la trabajó, y ahora en éste momento, no te encuentras en ella sólo para disfrutarla, sino también para luchar por ella. Rescatar lo que el tiempo y la vida misma te permita.
No es momento de esperar, no queda en otros decidir la suerte del planeta. Como la LUZ de esperanza que son en cada punto de la Tierra, ¡deben despertar! Porque uando eres Luz, la oscuridad no tiene cabida. Esto sólo depende de tu ser. Desde tus acciones, no pierdas el tiempo de decidir.
Transmite desde tu ser esa luz que quieres ver. Rasga el velo de la oscuridad para siempre y ábrete a caminos llenos de bendiciones que serán tu trofeo, tu orgullo, tus éxitos. Y sin dejar de ser feliz aquí, abre y conduce tu mente, alma y corazón a la pureza espiritual, para que alcances la Victoria y la celebres junto con el Padre en ese lugar de su Ser que está destinado para tí.
Gabriel me llaman, el Hombre de Dios. A.T., gracias por compartir estas emociones y pensamientos. Los amo a todos. Que el Padre esté siempre con ustedes.
Bienvenido, A.T. Este momento de reflexión te lo obsequio.
Contempla la Antigua Visión del mundo, donde no había decisión que tomar desde el Hombre. Todo era Luz, una alegría sempiterna. No existió el dolor aquí, no había ira. No había guerra, ni hambre, ni sed. Esto fue lo que ustedes, hermanos, recibieron.
¿Nostalgia? Tu ser más interno, el que existe desde los tiempos más antiguos, recuerda esta tierra. La disfrutó, la trabajó, y ahora en éste momento, no te encuentras en ella sólo para disfrutarla, sino también para luchar por ella. Rescatar lo que el tiempo y la vida misma te permita.
No es momento de esperar, no queda en otros decidir la suerte del planeta. Como la LUZ de esperanza que son en cada punto de la Tierra, ¡deben despertar! Porque uando eres Luz, la oscuridad no tiene cabida. Esto sólo depende de tu ser. Desde tus acciones, no pierdas el tiempo de decidir.
Transmite desde tu ser esa luz que quieres ver. Rasga el velo de la oscuridad para siempre y ábrete a caminos llenos de bendiciones que serán tu trofeo, tu orgullo, tus éxitos. Y sin dejar de ser feliz aquí, abre y conduce tu mente, alma y corazón a la pureza espiritual, para que alcances la Victoria y la celebres junto con el Padre en ese lugar de su Ser que está destinado para tí.
Gabriel me llaman, el Hombre de Dios. A.T., gracias por compartir estas emociones y pensamientos. Los amo a todos. Que el Padre esté siempre con ustedes.
Mensaje recibido el día Martes 07 de Enero de 2009, a las 10:10 p.m.
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