7 nov 2011

Reconciliar

Reconciliar

Una noche de Luna Creciente frente al mar, la rebelde Sombra perdió su deseo de luchar una vez que te volviste hacia ella y le pronunciaste palabras de amor. Así, la Luz cumple su cometido, que es iluminar todo tu Ser.

Que todos los seres de todos los mundos sean felices y libres de causar o recibir sufrimiento, para que así puedan sentirse libres de todo miedo. Sean estos reconciliados consigo mismos y con los demás, así la verdadera armonía reinará en el Cosmos. Pueda así la Balanza equilibrarse adecuadamente, sin conflicto, pues el Universo es tan amplio que todos caben si lo ocupan con tolerancia y respeto.

Sin ser esclavo de tu Sombra, puedes llevarla de la mano y conducirla hacia la Luz. Así será la integración. Esto es Reconciliarte contigo mismo, es perdonarte.

Fue esta la esencia del segundo trabajo, que si bien se materializó de forma grupal, la experiencia personal que cada uno tuvo fue distinta, pero igual de hermosa.

Gente bella, gente buena, con el mismo deseo de reconciliación, se ha reunido nuevamente como hermandad. La vez anterior las murallas elevadas fueron impenetrables, pero en ésta ocasión fue abierta desde el Oeste una puerta de invitación a la paz entre las dos corrientes. Así, dejando a estas hacer su trabajo, salimos todos del círculo y comenzamos a meditar como simples espectadores.

Yelio se acercó, sin intenciones adversas, y parecía observar esperando ser invitado a danzar. Ariel le tendió la mano desde el Oeste, y entonces ambos entraron al círculo. Danzaron ambos, estos dos que una vez se enfrentaron en una terrible batalla en medio del Salón de Espejos: uno por esclavizarme y otro por liberarme. Esta vez ambos celebraron mi decisión final.

Así ocurrió con las luces y sombras de todos los presentes. Una tregua fue convocada y así todos danzaron. Al final muchos seres más se integraron. Mientras tanto, en nuestro círculo aislado del original, una bella mujer descendió y me arrancó una sonrisa. Si bien no habló, nos recorrió a todos en señal de aprobación, respeto y admiración. Era esta la Madre Cósmica. En nuestras vidas, esta invitación a la paz mutua no había tenido un precedente. Así, nuestros dos aspectos se han perdonado y por ello se sienten reconciliados.

Yelio sonreía contagiado de la paz de Ariel. Esta vez no había rechazo, burla o resentimiento en su mirada; más bien un aire de agradecimiento, de plenitud. Miles de emociones positivas emanaron del círculo, que se elevaron al Ojo Divino que nos observaba. Así, ordenó a la Luna abrir su propio círculo de luz, un Portal de Reconciliación. Todas nuestras Sombras ascendieron hacia ella y se integraron, sellándose en Luz.

Nos perdonamos a nosotros mismos, con nuestro prójimo, con el Planeta y con el Cosmos en general. Permaneció el Portal abierto por horas en medio del mar de estrellas, quién sabe cuántos seres que ya se han cansado de luchar habrán aceptado la invitación, retornando a la Fuente para ser renovadas.

No luches contigo mismo, contigo misma. Integra todas tus partes, perdónalas, haz que se perdonen entre sí. Y así, alcanza un nuevo estado. Participa en el Juego de elevación de Consciencias e intégrate con el Nuevo Experimento.

La técnica o ritual es indiferente, sólo necesitas la voluntad de hacerlo y sobre todo mucha convicción de que lo lograrás. No temas, no hay peligro, esta vez tu luz y sombra se van a reconciliar y luego de esto, notarás que la lucha interna se ha de terminar.

Yo también Soy el Cambio.

Arael-Tórin.

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