3 oct 2011

La Llave

Visión Introspectiva: La Llave

Este es el Año de la Siembra, yo la tomé por el lado espiritual porque la materia suprafísica que emanemos y atraigamos se ha de materializar eventualmente. Recuerdo siempre que para que Dios se manifieste no hacen falta poderes extrasensoriales innatos, elaboradas meditaciones ni oraciones milagrosas. Todo está en la Fe. Una vez que he aceptado las pruebas, las herramientas se han dispuesto. Comprendo las señales y decido seguirlas. Algunos me toman por loco por lo que escribo en las redes sociales, pero sólo intento hacer que el mensaje llegue a quien lo necesite. Esto me gusta y si uno o dos lo leen, para mí es más que suficiente para sentirme satisfecho.

He conocido a diversas personas, de la manera más cotidiana e intercambiamos palabras: me he sorprendido de la forma en que se manifiesta la Luz. Algunas veces escuchan y hallan el consejo que necesitan; otras, soy yo el aconsejado. Nuestro verbo puede sanar, créanlo. Hace diez años, ni siquiera me sentía en la capacidad o con la voluntad de ello. Hoy comprendo que Dios envía a los ángeles a hablarnos a través de la sonrisa de un niño, de la mirada compasiva de un anciano, las palabras de amor de mi pareja, los momentos de felicidad de mi familia y la emoción que siento cada vez que una nueva idea llega a mí.

Esta es la Prueba Final de Ariel conmigo: Se ha llevado el Fragmento, y promete devolverlo con la condición de que me ame por completo, tanto Luz como Sombra. Mi balanza se ha inclinado dramáticamente de un lado a otro a través de los años. Por mucho tiempo he luchado con la Sombra, me recuerda mucho a estas historias de ficción que tanto me gustan. En una próxima entrega les contaré de ello. Ahora no hay nada que temer: ahora sólo es de nuevo la Sombra. Aun así, como lo he escrito a lo largo de este año, es parte de mí y no lo puedo evitar. 

Comprendo que si doy la espalda a la luz me pierdo en el sendero, pero no lo puedo recorrer sin mi Sombra pues suprimirla sería como mutilarme una pierna o dos. De vez en cuando debe haber algo que le haga recordar a esta vieja alma cómo afrontar las realidades que su cuerpo prestado está viviendo en este mundo, pero demostrándole quién manda verdaderamente. Estos meses han sido destinados a comprender esto y aplicarlo. Hoy en día sigo a una Luz (cómo agradezco su guía), y eventualmente volteo a prestarle un poco de atención a la Sombra, le envío amor y eso le basta para seguir mis pasos en silencio. Nos hemos reconciliado, nos aceptamos y respetamos. 

Luego de haber superado esta Prueba, comienzo a ver el mundo de una manera diferente. Imágenes de Luz y Sombra en equilibrio vienen a mi mente en profundo ensueño. La Sombra ya no interfiere, esta vez y de ahora en adelante se queda en su lugar. Estoy en mi interior, después de haber comprendido el por qué de toda lucha interna librada en el pasado: cada mal vivido representó un demonio derrotado. Y la mayor lucha fue por mi integridad. Entonces Ariel vuelve a descender y ambos rompemos el silencio diciendo al unísono: "Yo Soy el Cambio. Sé bienvenido". Él coloca su mano en mi frente y veo descender también una Llave de Oro, ¡Es el Fragmento! "Te lo has ganado. Antes era prestado, ahora es tuyo. Está a tu completa disposición en adelante", dice el Guardián, y esta vez no atraviesa mi ombligo, sino mi corazón.

Yo También Soy el Cambio.

Arael-Tórin.

1 comentario:

Unknown dijo...

La constante lucha entre la luz y la sombra. Aceptar la sombra es aceptar la parte más oscura que todos llevamos dentro y aprender a convivir con ella, logrando un equilibrio. Manten tu llave en el corazón.